(T. Espiner / BBC News) – Unilever ha declarado que dejará que los empleados rusos sean reclutados para ser enviados a Ucrania si son llamados a filas.
El gigante de los bienes de consumo, que tiene unos 3.000 empleados en Rusia, tiene políticas que cubren el bienestar y la seguridad de sus trabajadores.
Sin embargo, en una carta dirigida al grupo de campaña B4Ukraine, afirmó que cumpliría la ley rusa sobre el servicio militar obligatorio.
Unilever ha recibido presiones para que se retire de Rusia, pero afirma que la situación «no es sencilla».
En una carta a B4Ukraine, que hace campaña para que las empresas dejen de operar en Rusia para perjudicar su economía, Unilever afirmó que «condena absolutamente la guerra en Ucrania como un acto brutal y sin sentido del Estado ruso».
También dijo ser responsable de sus 3.000 trabajadores, añadiendo que tenía «principios globales que incluyen la seguridad y el bienestar de nuestros empleados».
No obstante, la firma británica, que fabrica productos como los helados Marmite y Cornetto, dijo ser «consciente de la ley que obliga a cualquier empresa que opere en Rusia a permitir el reclutamiento de empleados en caso de que sean llamados».
«Siempre cumplimos todas las leyes de los países en los que operamos», escribió Reginaldo Ecclissato, director de operaciones comerciales y cadena de suministro de Unilever.
Un portavoz de la empresa declinó decir si se había llamado a filas a algún empleado ruso.
Los que lo sean no seguirán cobrando de la empresa, añadió el portavoz.
En su carta, la empresa afirmaba haber pagado 3.800 millones de rublos (33 millones de libras) en impuestos al Estado ruso en 2022, una cantidad similar a la del año anterior.
La mayor parte de su negocio en Rusia son productos de higiene y cuidado personal, pero sigue suministrando helados.
Al menos 25.000 rusos han muerto en la guerra, según una investigación del servicio ruso de la BBC y el sitio web ruso Mediazona, pero otras fuentes sitúan la cifra mucho más alta.
En febrero, los servicios de inteligencia británicos estimaron que habían muerto entre 40.000 y 60.000 soldados rusos.
La ONU también ha acusado a los soldados rusos de crímenes de guerra, como violaciones, torturas «generalizadas» y asesinatos.
Unilever y otras empresas occidentales se han visto presionadas para abandonar Rusia desde la invasión de Ucrania.
Sin embargo, Unilever ha dicho que «no es sencillo». Si abandonara sus operaciones, el Estado ruso «se apropiaría de ellas y las explotaría».
No ha logrado encontrar una forma de vender el negocio que «evite que el Estado ruso pueda obtener más beneficios y que proteja a nuestra gente».
Según la organización, no hay soluciones «deseables», pero la mejor opción por el momento es seguir gestionando la empresa con «estrictas restricciones».
Sin embargo, el Proyecto de Solidaridad con Ucrania, que forma parte de B4Ukraine, dijo que la respuesta de Unilever era «asombrosa».
«Un día fabricas helados y al siguiente te preparas para el frente. No se puede decir que Unilever no ofrezca a sus empleados una experiencia laboral variada», afirmó la activista Valeriia Voshchevska.
«Si esto es proteger a sus trabajadores, no me gustaría ver cómo es ponerlos en peligro».