martes , 8 octubre 2024
Yoandy Riverón, el oficial "Cristian" y dueño de un negocio privado en Camajuaní. (FB/DDC)

De ‘seguroso’ a emprendedor: así recicla el régimen cubano a sus represores

El periodista recuerda la trayectoria de Yoandy Riverón, el oficial ‘Cristian’ de la Seguridad del Estado en Villa Clara.

La Habana | DDC – «¿Puede un pequeño negocio privado formar precios distantes de la locura del mercado? Una empresa de Camajuaní lo hace posible», así anunció en su muro de Facebook el periodista oficialista Lázaro Manuel Alonso la apertura de la tienda de calzado Jona’s SURL, un negocio privado de esa ciudad del norte de Villa Clara.

«Demuestran que cuando se eliminan los intermediarios, cuando el que produce vende, cuando la lógica no es obtener utilidades excesivas a costa del bolsillo del consumidor, entonces sí se puede. Con ellos conversamos hace varias semanas sobre las trabas para su gestión y son los protagonistas del segundo reportaje sobre los tropiezos del sector privado en Cuba», anunció el reportero del Sistema Informativo de la Televisión nacional.

A partir de esa publicación, el periodista cubano José Raúl Gallego hizo referencia al «emprendedor» detrás del negocio: Yoandy Riverón, al que identificó como el «oficial ‘Cristian’ de la Seguridad del Estado en Villa Clara, ahora devenido en ‘empresario’ luego de que durante años fuera uno de los responsables del hostigamiento, acoso y expulsión de alumnos y profesores de la Universidad Central de las Villas«, denunció.

Gallego comentó que entre los blancos del represor estuvieron la periodista Karla Pérez González, expulsada de ese centro de estudios, posteriormente impedida de regresar a Cuba y hoy refugiada en Costa Rica; la ex profesora Dalila Rodríguez; y el animalista Javier Larrea, fundador del grupo Bienestar Animal Cuba (BAC).

«Además de los precios a los que hace promoción el vocero Alonso, el oficial Cristian se ufana de los altos volúmenes de producción que tiene su negocio, algo sumamente difícil en un país donde el acceso a las materias primas de manera estable es algo que aqueja a la mayoría de los negocios, más en un área como la industria del calzado, que necesita de materias primas importadas. En una sola publicación de Facebook tenemos evidenciada la cadena de complicidad régimen-militares-emprendedores vitrina-prensa oficialista», subrayó Gallego.

«En Cuba es común ver tanto a militares como a esbirros de la Seguridad del Estado reconvertidos en dueños de negocios y de tierras una vez concluidos su servicio activo, siempre gozando de los privilegios que no tienen otros emprendedores y que les permiten competir con estos en condiciones de suma ventaja. Esta es la ‘clase privada emergente’ que favorece el régimen, un grupo formado a su imagen y semejanza, leal, y que usa para mostrar una imagen de ‘cambios’ que no existen. El mismo discurso que lanzan de anzuelo a quienes creen que el ‘empoderamiento económico’ de un supuesto sector privado (controlado totalmente por ellos) traerá consigo empoderamiento político», agregó.

DIARIO DE CUBA revisó el muro de Riverón, quien compartió el comentario elogioso de Alonso y promueve su comercio privado desde el perfil Tiendas Calzados Jona’s SURL. Asimismo, en su perfil suele compartir publicaciones de Miguel Díaz-Canel y en los últimos días ha lanzado ataques contra el cantautor Pablo Milanés a propósito de su concierto del martes último en La Habana.

En cambio, invita a los interesados a visitar la tienda abierta a partir del miércoles, en la que asegura vender «calzados de buena calidad y confort» como sandalias, balerinas, chancletas para baño, tenis, entre otros.

Gallego finaliza su denuncia subrayando que «es importante ir apuntando y destapando este tipo de eventos, porque quizá mañana un negocio de un esbirro de la Seguridad del Estado (que plagia además marcas como Nike y Adidas) pudiera estar entre los beneficiados con las medidas de Biden para el sector ‘privado’cubano, mientras que el verdadero emprendedor sigue trabajando sin acceso a los recursos más elementales y temeroso de que si un día levanta la voz, puede ser juzgado por ‘receptación’, ‘acaparamiento’, ‘enriquecimiento ilícito’ o cualquier otra figura creada para juzgar arbitrariamente a aquel que se le convierta en un estorbo para el régimen».