martes , 16 abril 2024
Enfermeras cubanas abanicando la espalda de víctimas del incendio de Matanzas, a falta de recursos adecuados el tratamiento de las quemaduras. La foto fue publicada en la cuenta de Twitter del Ministro de Salud pública bajo el mensaje “El Sistema Nacional de Salud tiene total disponibilidad de recursos humanos y materiales para enfrentar la emergencia”. (Twitter/ José Angel Portal Miranda)

Incendio en Matanzas, el abandono del socialismo contra su pueblo

Una foto muestra enfermeras abanicando con un trozo de cartón las espaldas quemadas de sus pacientes, en una deteriorada sala.

La Habana, Cuba | Cuba Sindical – El 2022 pasará a la historia de Cuba como un año funesto. Dos grandes tragedias han sacudido a la Isla, dejando al desnudo la ineficaz estructura de protección del socialismo.

El primer infortunio, la explosión aún sin esclarecer del Hotel Saratoga en La Habana, a solo unos metros del parlamento cubano, ocurrió el 6 de mayo por un presunto escape de gas donde perecieron 46 personas. El lento trabajo de los rescatistas, la negligencia y la falta de medidas de protección para proteger las vidas humanas todavía es cuenta pendiente del gobierno.

La segunda catástrofe, mucho mayor, es la ocurrida el 5 de agosto en los depósitos de combustible de la base de supertanqueros en la bahía de Matanzas, una instalación de importancia estratégica vital para la economía del país.

Según información de fuentes oficiales, la causa del siniestro fue el impacto de un rayo en uno de sus tanques, lo cual provocó un incendio y luego la incontrolable propagación de las llamas hacia otros enclaves de la base.

A medida que pasaron los días de la lucha infructuosa de los bomberos y del personal de apoyo para detener las llamas, quedó claro el panorama de ineficiencia, descontrol y desidia en que se encuentran la mayoría de los centros económicos y comerciales del país para evitar catástrofes y la ausencia de planes efectivos de medidas de seguridad y protección para preservar la vida de los trabajadores.

Un fallecido y 14 bomberos desparecidos son las cifras preliminares del siniestro, que todavía se ceba del combustible de los tanques y de la incapacidad de las fuerzas de lucha contra incendios para detener el fuego.

En imágenes subidas a las redes por personas cercanas al suceso se puede aquilatar la falta de previsión de Cuba ante estos eventos fatídicos, cuando jóvenes del servicio militar obligatorio, sin previa preparación para estas contiendas, fueron enviados al lugar. En las fotos publicadas por la prensa se ve a los muchachos casi metidos dentro del fuego con las simples mangueras de rutina, útiles solamente para incendios caseros, sin equipos especiales, guiados por oficiales superiores que no supieron manejar la situación del tanque incendiado que terminó colapsando y que arrasó con sus llamas la vida de los jóvenes reclutas que cumplían la orden de trabajo.

Según opiniones de especialistas, el gobierno no garantizó los equipos específicos y la tecnología para hacer frente a estos tipos de desastres, tampoco tuvo la preocupación de darle mantenimiento a los pararrayos.

Ante la imposibilidad de vencer al fuego, el régimen cubano solicitó ayuda internacional, y aunque Estados Unidos fuera el primer país en disponerse a ayudar, el régimen sólo aceptó su asesoría técnica. Por otro lado, el gobierno perdió un tiempo precioso realizando actos políticos para resaltar la llegada de equipos de trabajo de México y Venezuela.

Otra clara evidencia de cuáles son las verdaderas prioridades del régimen la presenta una imagen que se ha vuelto viral en las redes sociales: enfermeras en el hospital abanicando con un trozo de cartón las espaldas quemadas de sus pacientes, en una deteriorada sala de atención. La foto fue publicada en la cuenta de Twitter del Ministro de Salud pública, José Angel Portal Miranda, bajo el mensaje “El Sistema Nacional de Salud tiene total disponibilidad de recursos humanos y materiales para enfrentar la emergencia”.

La falta de climatización de las salas especiales para tratar estas heridas y el deterioro de las instalaciones hospitalarias contrastan con el lujo y el confort de las viviendas de la cúpula gubernamental y con los cuantiosos recursos destinados a la construcción y el mantenimiento de los hoteles para el sector turístico.

Bomberos sin recursos son enviados a una lucha perdida de antemano, mientras las tropas anti motines presumen de artefactos modernos para reprimir las ansias de libertad del pueblo cubano que se enfrenta a la peor crisis económica, política y social de las últimas décadas.

Miles de personas evacuadas de las zonas aledañas al siniestro, contaminación ambiental, la intensificación de los apagones y el crecimiento de la desconfianza del pueblo con sus dirigentes son los primeros resultados del incendio de supertanqueros de la bahía de Matanzas, un hecho que pasa a la historia como prueba del abandono del socialismo contra su pueblo.