jueves , 14 noviembre 2024

Mayores ganancias por el trabajo forzoso, asegura informe de la OIT

En Cuba el trabajo forzoso probablemente sea el negocio más lucrativo para los que detentan el poder en la Isla.

Pittsburgh (Sindical Press) – Un reciente estudio divulgado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), revela un aumento, en el orden de los 64 000 millones de dólares, de las ganancias ilegales obtenidas del trabajo forzoso en el mundo.

El estudio titulado Profits and Poverty: The Economics of Forced Labour (Ganancias y Pobreza: Aspectos Económicos del Trabajo Forzoso) subraya que “los delincuentes y traficantes generan cerca de 10 000 dólares por víctima, frente a los 8, 269 dólares (ajustados a la inflación), de hace una década”.

A través del texto se supo que la explotación sexual representa más de dos tercios (73%) de los beneficios ilegales en su totalidad, a pesar de constatarse un número menor de víctimas involucradas (27%).

Para que se tenga una idea de las enormes diferencias, mientras que los beneficios por la explotación laboral forzada no estatal ascienden a 3, 687 dólares, en el caso de las personas que brindan algún tipo de servicio sexual, bajo la presión de inescrupulosos mercaderes, alcanza los 27, 252 dólares.

Otro dato revelador expuesto, alude al monto global de las disimiles prácticas laborales forzosas, que llega a la escandalosa suma de 236 000 millones anuales, cifra muy superior al PIB de decenas de países como Ecuador, República Dominicana, Uruguay, Nepal, Kirguistán, Burkina Faso y Guinea, por solo mencionar algunos.

Asimismo, el informe destaca el liderazgo de Europa y Asia Central en la recepción de fondos provenientes de estas prácticas, seguido de Asia y el Pacífico, América, África y los Estados Árabes.

El Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información y Protección de Datos, de México, acusó al gobierno cubano de embolsarse el 94,4 del salario de los médicos enviados durante la pandemia. De 10,700 dólares pagados por un trimestre de labor, los especialistas solo recibieron 600.

Aunque no se mencionan países en la enjundiosa exposición de la OIT, es oportuno citar las incidencias que tienen lugar en Cuba, en relación a prácticas donde las instituciones del Estado asumen el protagonismo en la explotación de miles de trabajadores usados como medio para apropiarse de sustanciosas cantidades de dinero.

Vale traer a colación que, el 2 de enero de 2024, Naciones Unidas hizo pública una Carta Acusatoria acusando al régimen de partido único de trabajo forzoso, una de las formas de esclavitud moderna tal y como apuntaran las Relatorías Especiales de Trata de Personas y de Esclavitud, el 6 de noviembre de 2019, en la primera de tres acusaciones de esta naturaleza.

Entidades como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el Parlamento Europeo y Human Rights Watch han puesto de relieve por medio de contundentes evidencias la realidad tras los presuntos gestos humanitarios del envío de cientos de personas, fundamentalmente del sector de la salud pública, a cumplir misiones en el exterior en condiciones adversas y recibiendo pagos irrisorios.

Como muestra de un procedimiento amparado por las máximas autoridades en el plano interno y la complicidad de políticos en el exterior, están las acusaciones del Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información y Protección de Datos, de México, que acusó al gobierno cubano de embolsarse el 94,4 del salario de los médicos enviados al territorio azteca durante la pandemia. De 10,700 dólares pagados por un trimestre de labor, los especialistas solo recibieron 600.

Este procedimiento se repite en los acuerdos firmados con decenas de países, entre ellos, Arabia Saudita, Seychelles, Ghana y Qatar.

Lo ocurrido con este último país del Medio Oriente avala la pertinencia de los señalamientos críticos. Aquí, el salario promedio para el personal médico oscilaría entre los 790 y 1200 USD, dependiendo la profesión, sin embargo, irían a parar a las arcas del gobierno de 5000 a 13000 USD.

Sin dudas, éste probablemente sea el negocio más lucrativo de quienes detentan el poder en la Isla.

Las declaraciones del director general de la OIT, Gilbert F. Houngbo, presente en el informe de marras, apunta a la urgencia de acciones para ponerle frenos a una situación que afecta a millones de personas en los cinco continentes.

“El trabajo forzoso perpetúa los ciclos de pobreza y explotación y atenta contra el corazón de la dignidad humana. La comunidad internacional debe unirse urgentemente para tomar medidas que pongan fin a esta injusticia”, señaló.

Veámoslo como una gran oportunidad para renovar el interés en la búsqueda de soluciones que pasen por los filtros de la honestidad, el compromiso y la voluntad política en contribuir a la articulación de un mundo mejor.