viernes , 8 noviembre 2024

Nefasto y la Cocina Guanajatabey al Minuto

La Habana, Cuba | Cuba Sindical Press – Los fuertes vientos que soplan sobre la cocina cubana no podrán apagar los fogones revolucionarios del país, según aseguró la chef Nitza Díaz-Canel Villapoll, durante el corte de la cinta que dejó inaugurado el restaurant aborigen El taparrabo azul, enclavado en el cacicazgo de Bollo Manso, en el macizo montañoso Sierra Cristal, de la provincia Holguín.

De acuerdo con la chef, la inauguración en Baracoa, Guantánamo, de polígonos comunitarios de alimentos como la Chocobananina, harina de yuca, gofios, mermeladas endulzadas con miel de abeja y guarapo, y otros 25 subproductos, darán la soberanía “alimentaria” a los pobladores de Duaba, Badajó, Mandinga y Guariba, como muestra del triunfal regreso revolucionario a la coa, el burén y el casabe de su etapa precolombina.

Asimismo, la experta reveló que se montan otros polígonos alimentarios en las riberas de los ríos Bayamo, Buey, Yara y Salado, en Granma, para abastecer los almacenes de una red de restaurantes y cafeterías que, bajo el nombre de La flecha envenenada y La indigesta feliz, harán las delicias de los aborígenes cubanos, reunidos a la sombra de un marabuzal en flor.

También existen alentadores rumores de que en el cacicazgo Indio al Suelo, en la Sierra del Rosario pinareña, el descubrimiento de la “croqueta láctea” es un paso adelante para su inserción como sede de estos polígonos alimentarios con tantas perspectivas que harán quebrar por la calidad y presentación de sus oferta los restaurantes de París y Nueva York.

Como una muestra exclusiva del apoyo y la complicidad estatal con tales ofertas alimenticias, se aprobó un programa especial sobre recetas culinarias autóctonas del país que, además de nutrirnos, reafirmarán nuestra identidad con el tocororo, la bandera, el cocodrilo y el mandril, en una especie de ajiaco patriótico que nos permitirá dormir bien.

Este programa que, al igual que los demás, saldrá con una frecuencia semanal por las pantallas del Telecentro provincial de Granma, CNC (Crisol de la Nacionalidad Cubana), será conducido por la chef Nitza Diaz-Canel Villapoll, con la ayuda de un nutricionista conocido en el ramo culinario como El Faquir, y el destacado dietólogo apodado Alambrón.

El programa de cocina para aborígenes orientales, y los del resto del país que no puedan adquirir alimentos o asistir a restaurantes que hacen sus ofertas sólo en Moneda Libremente Convertible, les dará la oportunidad de acceder a lo que más vale y brilla en la gastronomía internacional, aunque confeccionados con productos autóctonos de la isla.

“Ideas del surco y la olla”, nombre del programa televisivo y de una sección del Semanario

La Damajagua, en Granma, abren sus puertas a los seguidores que desde ya se chuparán los dedos de placer, se soplarán la nariz por el escozor del humo del fogón, se lanzarán al rio comidos por la picazón en la piel y se adentrarán felices en el interior del marabuzal, para dejar constancia de que como la revolución precolombina cubana, no habrá otra igual

Sin más, los dejo con el inaugural atracón de los aborígenes más “comunistas” del país.

Cocina aborigen al minuto

(Por Nitza Díaz-Canel Villapol)

Receta: Dúo de jutías fritas al alimón

Lo primero que debemos hacer para concretar esta receta es esperar a que se duerma el comandante de la revolución Guillermo García Frías, entrar a su reserva y coto de caza particular en Flora y Fauna –el cual abarca todo el Plan Turquino– y tratar de enlazar dos jutias sin que sufran golpeaduras o magullones, pues les puede subir la tensión arterial.

Y como estamos en medio de un proyecto de visibilizar y condenar la violencia contra la mujer, los baches y los animales –siempre que no sean opositores a la revolución–, exigimos que la muerte de las jutías sea lo menos traumático posible, y en lugar del tradicional garrote se le arrulle y provoque un infarto con una foto del Secretario General de la CTC.

Consumado el deceso, y a punto de consumir el fricasé pues la leña está lista, el limón como base de todo (importado de Haití) y los ingredientes a full (sobretodo el guarapo y el pinol), se les dan dos nalgadas a las occisas y se arrojan a una sartén con aceite de palmiche. Una vez bien refritas se le añaden unas copas de guarapo y se rosean con pinol. Se colocan sobre una torta de casabe y se consumen preferiblemente con prú.

Como podrán ver y degustar los privilegiados con acceso a las recetas recogidas en el menú que ofrece la Cocina Guanajatabey al Minuto, implementada para sus aborígenes por la revolución en su afán de alcanzar la soberanía alimentaria en el país, esta exquisita oferta es sólo el primer plato en el regreso a la tradición. Pero como el papel sanitario está en falta por culpa del bloqueo, preparen tusas y hojas de calabaza para poco después del atracón.

Eso se los aseguro yo, Nefasto “El gourmet”. | vicmadomingues55@gmail.com