La detención, citación y acoso a sindicalistas representa una violación sistemática de los Convenios 87 y 98 de la OIT.
Pittsburgh (Sindical Press) – En la mañana del lunes 14 de abril, los sindicalistas Emilio Gottardi Gottardi y Felipe Carrera Hernández fueron detenidos por agentes del régimen cubano y conducidos a diferentes estaciones policiales, donde fueron interrogados y amenazados debido a su labor dentro de la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC).
Emilio relató que, desde las 8:00 a.m., un vehículo de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) permaneció estacionado frente a su domicilio en el municipio Centro Habana. Al salir, fue interceptado por un agente vestido de civil, quien le ordenó abordar una patrulla donde lo esperaban dos oficiales uniformados. Fue trasladado a la estación de 7ma y 62, en el municipio Playa, donde fue interrogado por un mayor de la policía política que no se identificó.
Simultáneamente, Felipe fue detenido en su vivienda en La Habana Vieja y llevado a la estación de Zapata y C, en el Vedado. Allí fue interrogado por un agente de la Seguridad del Estado (DSE) que se identificó como “Alejandro”, quien formuló preguntas incisivas sobre las actividades de la ASIC y lanzó amenazas directas. Ambos activistas fueron liberados poco antes del mediodía, luego de horas de detención arbitraria sin justificación legal.
Ambos sindicalistas fueron liberados poco antes del mediodía.
Ese mismo día, la sindicalista Yaquelín Sánchez fue objeto de hostigamiento por parte del DSE. Aunque no fue arrestada, recibió una citación en horas de la mañana para presentarse en la tarde en la estación policial de Dragones, en Centro Habana, donde permaneció detenida administrativamente entre la 1:00 p.m. y las 4:00 p.m., siendo objeto de presiones psicológicas e intentos de intimidación.
También fue citado el activista Luis Orlando León Randich, quien debió presentarse en la unidad policial de Zanja y Dragones, también en Centro Habana.
Por otro lado, aunque no fueron formalmente citados ni detenidos, agentes del DSE visitaron los domicilios de los activistas Yakelín Daly Caballero y Ulises González Moreno, ubicados en el mismo municipio, pero no se encontraban en casa en el momento de la visita.
Durante los interrogatorios a los activistas, se realizaron preguntas orientadas a identificar las actividades organizativas de la ASIC y a sus principales dirigentes. En algunos casos, se les acusó falsamente de estar organizando actividades terroristas, sin proporcionar ningún detalle o evidencia al respecto. Estas acusaciones infundadas pretenden vincular a la ASIC con hechos violentos como parte de una estrategia de criminalización de la labor sindical independiente.
Es de resaltar que a pesar de que los interrogatorios a los que se han visto expuestos nuestros compañeros y dirigentes fueron relativamente breves, ellos fueron forzados a permanecer durante horas en instalaciones policiales, sometidos a esperas innecesarias y presiones psicológicas, como parte de un patrón sistemático de hostigamiento.
El acoso constante por parte de las fuerzas represivas evidencia el creciente interés del Estado en frenar las actividades de la ASIC, organización que ha cobrado relevancia por su labor en la promoción y defensa de los derechos laborales y sindicales en Cuba.
La detención, citación y acoso a sindicalistas por su actividad en la ASIC representa una violación sistemática de los Convenios 87 y 98 de la OIT, ambos ratificados por Cuba. Estas acciones reflejan la política del Estado cubano de negar el pluralismo sindical e imponer un modelo único de representación, en contravención de sus compromisos internacionales.