jueves , 4 diciembre 2025

Accidentes laborales en Cuba: silencio sindical ante la negligencia empresarial

Los accidentes laborales son más que estadística: son reflejo de un sistema que no prioriza la vida de sus trabajadores.

La Habana – (Sindical Press) – Los accidentes laborales en Cuba continúan cobrando vidas, mientras las autoridades y las estructuras sindicales oficiales guardan un silencio que preocupa. Aunque las cifras divulgadas por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) muestran una reducción en el número total de incidentes, los datos esconden un drama cotidiano marcado por la negligencia empresarial y la falta de fiscalización real.

En medio de esta realidad, la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) convocó la “Jornada Nacional de Seguridad y Salud del Trabajo”, del 1 al 30 de noviembre. La inauguración, celebrada en la Empresa de Industria Electrónica Camilo Cienfuegos, en La Habana, estuvo presidida por el miembro de la Comisión Organizadora del 22º Congreso de la CTC, Leobanys Ávila Góngora, y por Ángel San Martín Dupoté, jefe del Departamento Nacional de Seguridad y Salud del Trabajo.

Entre diplomas, sonrisas y frases complacientes, se pasó por alto que en 2024 se registraron 934 accidentes laborales y 52 muertes. Esta última cifra evidencia que los siniestros son menos, pero más letales. Para muchos trabajadores, la aparente mejora estadística no significa mayor seguridad, sino un ocultamiento sistemático de casos y una ausencia de control sindical efectivo.

La realidad es más cruda. En las fábricas y empresas no seleccionadas para los actos oficiales, los obreros improvisan cascos con plástico, atan herramientas con alambre y confían en la suerte. Cuando ocurre un accidente, se llena un formulario, se archiva el parte y el trabajo continúa. Nadie investiga, nadie discute. El muerto se convierte en “una estadística”, y el taller sigue con una silla vacía y un silencio incómodo.

“En mi empresa no hay guantes ni cascos. Nos dicen que trabajemos con cuidado, pero los equipos están rotos y nadie responde cuando hay un accidente”, relata un trabajador azucarero, que pide anonimato por miedo a represalias. Su testimonio coincide con el de cientos de obreros que denuncian condiciones precarias, falta de mantenimiento y ausencia de supervisión estatal.

La CTC evita abordar el tema en profundidad. En sus congresos y comunicados apenas se mencionan los accidentes laborales y, cuando lo hacen, se limitan a reproducir partes oficiales sin cuestionar la responsabilidad de las empresas o los ministerios. “Lo que falta no son leyes, sino voluntad de aplicarlas”, afirma un arquitecto jubilado.

Según la Asociación Sindical Independiente de Cuba, el 82 % de los empleados no recibió capacitación en seguridad laboral durante el último año. Sin sindicatos libres ni prensa oficial dispuesta a fiscalizar, las víctimas quedan atrapadas entre la burocracia y el silencio.

En Cuba, los accidentes laborales son más que una estadística: son el reflejo de un sistema que no prioriza la vida de sus trabajadores, aunque ahora se le dedique un mes entero a recordarlo.