Si sus conclusiones siguen el patrón de visitas anteriores, su informe será usado como instrumento de propaganda del regimen cubano.
La Habana (Sindical Press) – La relatora especial de Naciones Unidas sobre medidas coercitivas unilaterales, Alena Douhan, inicia esta semana una visita oficial a Cuba con el objetivo declarado de evaluar el impacto del embargo estadounidense sobre los derechos humanos. Sin embargo, su historial en países como Venezuela, Siria, Irán y Zimbabue sugiere que su enfoque estará fuertemente alineado con la narrativa del régimen, dejando en la sombra los problemas internos que afectan directamente a los trabajadores y a cualquier intento de sindicalización independiente.
Un patrón repetido
En visitas anteriores, Douhan se alineó ampliamente con los discursos oficiales de los gobiernos autoritarios que evaluó. Sus informes sobre Venezuela e Irán, por ejemplo, destacaron las sanciones externas como la principal causa de la crisis económica y social, mientras minimizaron la represión, la corrupción y la falta de libertades internas. Esta tendencia deja a la población civil y a los trabajadores como víctimas “colaterales”, sin visibilizar los factores estructurales que impiden su bienestar y su derecho a organizarse.
El riesgo para trabajadores y sindicatos
En Cuba, el peligro es claro:
- Sindicatos controlados por el Estado: los trabajadores dependen de organizaciones oficiales que actúan más como instrumentos del gobierno que como defensores de derechos laborales.
- Narrativa que desvía responsabilidades: si el informe de Douhan enfatiza únicamente el embargo, se oculta la responsabilidad del régimen en la precarización laboral, los bajos salarios, la falta de seguridad social efectiva y la represión de las iniciativas independientes.
- Marginalización de la sociedad civil crítica: activistas, sindicalistas independientes y organizaciones de trabajadores que intentan actuar fuera del control estatal perderán visibilidad ante la comunidad internacional.
- Fortalecimiento del control gubernamental: al legitimar la narrativa del “bloqueo como causa de todo”, el régimen cubano obtiene un argumento internacional que refuerza su autoridad sobre los trabajadores y neutraliza cualquier presión por reformas laborales reales.
En otras palabras, la visita no solo podría ignorar los abusos internos, sino también convertirse en un instrumento indirecto de fortalecimiento del autoritarismo en el ámbito laboral.
Contexto económico real
A pesar de la insistencia del gobierno cubano en que el embargo es el principal culpable de la crisis, los hechos muestran otra realidad: Cuba importa cada año cientos de millones de dólares en alimentos y medicinas desde Estados Unidos y recibe remesas por más de 2.000 millones de dólares. Esto demuestra que la crisis no se explica por un embargo total, sino por una economía centralizada, ineficiente y controlada políticamente, que limita la iniciativa privada, restringe los derechos laborales y reprime la participación activa de los trabajadores.
Conclusión
La visita de Alena Douhan a Cuba representa un riesgo concreto para los trabajadores y la sociedad civil, al reforzar una narrativa que desvía la atención de las causas internas de la crisis. Si sus conclusiones siguen el patrón de visitas anteriores, su informe será usado como instrumento de propaganda del régimen, mientras quienes realmente sufren —los trabajadores y cualquier intento de sindicalización independiente— permanecerán invisibles ante la comunidad internacional.