“Vinieron aquí a la casa y me llevaron para la Policía de la Playa, al calabozo. Me pusieron una cautelar.”
(CS/Agencias) – “Van a buscar cualquier cosa para meterme preso”, afirmó Félix Alfredo González a Martí Noticias. “Vinieron aquí a la casa y me llevaron para la Policía de la Playa, al calabozo. Me pusieron una cautelar porque dicen que el caso se va a investigar”.
Alfredo es el padre del joven recluta cubano Annier González Martínez, quien el 4 de julio de 2021 se quitó la vida mientras cumplía el Servicio Militar Obligatorio (SMO) en la prisión Combinado del Sur, provincia de Matanzas. Tenía apenas 18 años y llevaba solo 13 días en la unidad, sin la preparación adecuada y durante su primera guardia portaba un fusil, desde el cual se produjo el disparo fatal.
Desde entonces, ha emprendido una incansable lucha por justicia y esclarecimiento. Asegura que las autoridades militares evitaron autorizaciones para una autopsia independiente y que el expediente oficial estuvo plagado de inexactitudes: un capitán ascendió pronto, su abogado fue coaccionado por la Contrainteligencia Militar y la investigación se basó en la presunta enfermedad psicopatológica de su hijo que, según él, fue víctima de abuso sistemático
El acoso hacia el padre incluyó vigilancia, interrogatorios y una detención reciente acusándolo de “desacato”. Fue detenido por las autoridades del MININT por más de 30 horas en Matanzas tras rendir homenaje a su hijo portando flores y su fotografía. Lo trasladaron a la estación policial de Playa, donde pasó varias horas encarcelado sin abogado y fue ubicado en un calabozo. Aunque lo liberaron bajo medida cautelar —sin poder salir de la provincia ni participar en eventos públicos—, la acusación persiste como forma de intimidación.
Martí Noticias documentó que en la denuncia original Alfedro expresó que un oficial involucrado en abusos contra Annier lo acusó falsamente de amenazas de muerte, usando esto como pretexto para detenerlo. La detención generó condena internacional por parte de organizaciones como Cubalex, que alertaron sobre el uso del poder estatal para silenciar voces críticas.
En declaraciones ofrecidas a Diario de Cuba antes de su detención, Alfredo explicó cómo la muerte de Annier González lo llevó a investigar y recopilar otros casos similares que ha publicado en el grupo de Facebook No más víctimas en el servicio militar obligatorio.
No es un caso aislado
La historia de Annier y la lucha de su padre no son casos aislados. Según la base de datos de CubaNet, se han documentado al menos 31 casos verificables de fallecimientos de jóvenes cubanos durante el SMO desde 1959, con 10 suicidios confirmados entre ellos. En el periodo reciente, entre el 31 de diciembre de 2023 y agosto de 2024, al menos cinco jóvenes murieron cumpliendo el Servicio Militar Activo, de los cuales tres se suicidaron.
Por otra parte, según informe de Archivo Cuba, en 2023 se produjeron 11 muertes durante el SMO, dentro de un total de 79 muertes atribuidas al Estado cubano, lo que representa un subregistro que podría estar muy por debajo de la cifra real. Aunque la cifra exacta es difícil de precisar por la opacidad del régimen, no se trata de un solo caso aislado sino de una tendencia sistemática que afecta docenas de jóvenes, y posiblemente más.
El servicio militar es obligatorio para hombres desde los 18 años, con una duración que puede variar entre 14 y 36 meses. Negarse implica penas legales no solo para los reclutas sino también para sus familias, reforzadas por el Decreto 103 desde 2024. Testimonios describen condiciones inhumanas: maltrato físico, dieta insuficiente, falta de atención médica y trabajos forzados sin remuneración.
Félix Alfredo González ha calificado el Servicio Militar Obligatorio en Cuba como “una forma de esclavitud moderna”, en la que los jóvenes son utilizados como mano de obra barata, sin preparación adecuada ni derechos. “Son niños que deberían estar estudiando, no haciendo guardias en lugares peligrosos, sin capacitación alguna ni condiciones mínimas. Los oficiales a cargo carecen de preparación y la negligencia es total”, denunció en declaraciones recientes a la prensa independiente. Su afirmación no solo refleja la experiencia vivida por su hijo, sino también la de decenas de familias cubanas que han perdido a sus hijos en circunstancias similares bajo un sistema opaco y punitivo.
Violaciones de convenios internacionales
Los casos de jóvenes cubanos obligados a cumplir el servicio militar en condiciones de abuso y sin garantías mínimas constituyen violaciones directas de varios convenios fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ratificados por Cuba. Entre ellos, el Convenio 29 sobre trabajo forzoso, al utilizar reclutas como mano de obra sin salario ni garantías; el Convenio 105, al aplicar sanciones represivas; el Convenio 111, por prácticas discriminatorias dentro de las unidades; y el Convenio 155, debido a la ausencia de condiciones mínimas de salud y seguridad para los jóvenes. Estas violaciones sostenidas comprometen al Estado cubano ante la comunidad internacional y justifican la acción de mecanismos de control como el Comité de Libertad Sindical de la OIT.
La narrativa oficial presenta el servicio militar como un deber patriótico. Pero para muchas familias, como la de Félix Alfredo González, es una maquinaria de represión y sufrimiento. “Son seres humanos, basta ya de esclavos”, afirmó. Su caso evidencia que, en lugar de proteger a las familias, el Estado responde con vigilancia, amenazas, prisión y silencio.