lunes , 29 abril 2024

“La próxima vez irás para la cárcel”, le advierten al líder sindical, Iván Hernández Carrillo

El veterano activista, director general de la ASIC,  enfrenta riesgo de cárcel tras ser catalogado como multirreincidente por los interrogadores.

Pittsburgh (Sindical Press) – El secretario general de la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC), Iván Hernández Carrillo, terminó en la unidad de la policía de La Playa tras ser detenido en la vía pública, alrededor de la 7:30 de la noche, del viernes 29 de marzo, cuando se disponía a viajar de Matanzas hacia La Habana.

Durante el interrogatorio, el oficial de la policía política «Joel» profirió varias amenazas por presuntamente estar quebrantando el orden constitucional y ser partícipe en actos de mercenarismo, delitos por los cuales le hicieron un acta de advertencia.

“Esas acusaciones son totalmente infundadas, por tanto no firmé el documento. Nunca voy a darle credibilidad a lo que considero una mentira absoluta”, afirmó Iván.

Además del oficial, había una instructora que no escatimó en sumarse a las diatribas por las actividades de corte sindical que realiza como parte sus esfuerzos para que Cuba transite del actual modelo dictatorial hacia uno democrático, donde se respeten los derechos fundamentales.

“Me dijeron que estaba instigando a la gente a protestar en las calles, algo que no hecho y por lo cual me pondrían condenar hasta con 15 años de cárcel. La acusación de mercenario es mucho más grave; el código penal estipula hasta la pena de muerte por este tipo de delito”, añadió.

Al también expreso político del Grupo de los 75, le advirtieron que tenía prohibido trasladarse a La Habana, a donde se dirigía para un chequeo médico.

“Le hice saber de la ilegalidad de esa restricción de movimiento. Se trata de un derecho constitucional que continúan violando impunemente”, subrayó.

Sobre las 11:30 fue liberado y conducido en un auto patrullero hasta cerca de su domicilio, en la ciudad de Colón.

Catalogado como multirreincidente por los interrogadores, el peligro de una condena carcelaria se cierne sobre el veterano activista, que ya ha pasado una década tras rejas.

En 1992 fue sancionado a 2 años de cárcel por un presunto delito de Propaganda Enemiga. Posteriormente, en la ola represiva de 2003, recibió una condena de 25 años. Fue liberado en el 2011, mediante una Licencia Extrapenal por motivos de Salud.