Aleaga Pesant Report aborda la nueva crisis alimentaria y educativa en Cuba, evocando los años 90 cuando el régimen introdujo suplementos vitamínicos como el “Polivit” para combatir la desnutrición. Hoy, ante una situación igual o más grave, el gobierno distribuye productos como “Chispitas para crecer”, con apoyo internacional. Sin embargo, el reportero señala que la verdadera amenaza no es solo nutricional, sino política: el nuevo Código de las Familias impone principios socialistas obligatorios, vigilancia ideológica y deberes de lealtad al sistema, incluso para niños y adolescentes. Critica que mientras se dan vitaminas, se mutila el pensamiento libre desde la infancia.
En los duros años 90, durante la crisis que el gobierno llamó eufemísticamente “Periodo Especial en tiempo de paz”, ante la hambruna generalizada, se distribuyeron unas pastillas amarillas con vitaminas conocidas como Polivit. Se hicieron famosas y, en muchos casos, evitaron muertes. Luego, debido al mal recuerdo que dejaban, cambiaron de nombre y comenzaron a producir Nutriforte. Aunque oficialmente el “Periodo Especial” terminó, muchos cubanos han seguido viviendo bajo condiciones similares. Han pasado 30 años desde aquella gran crisis, pero hoy Cuba se hunde en otra más profunda.
Una crisis tan grave que empresas que antes producían alimentos —como Nestlé en Bayamo y Sancti Spíritus, el Combinado Lácteo de La Habana o el de Camagüey, que producían mantequilla, quesos, helados— han dejado de producir. La producción está en cero, casi al mismo nivel que las zafras azucareras. Lo peor es que los niños cubanos están pasándola muy mal.
En escuelas semiinternas y círculos infantiles, donde los niños pasan todo el día, escasean los alimentos. Y la obtusa obesocracia criolla impide que los padres puedan llevarles comida o merienda. Hace unos días mencioné la donación de leche desde el Líbano para alimentar a los niños, porque ni siquiera hay leche garantizada hasta los seis años.
Ahora la novedad es Chispitas para crecer, un proyecto vinculado al Programa Mundial de Alimentos. Son suplementos vitamínicos que vienen en cajas, y también en sobres pequeños con polvo que se añade a la comida para ayudar en la nutrición infantil.
Pero el problema de fondo va más allá de la alimentación. El verdadero desafío está en lo que enfrentan los niños y sus familias con el nuevo Código de las Familias y de la Infancia.
Hola, esto es Aleaga Pesant Report desde La Habana, Cuba. Un compendio de política, sociedad y cultura. Hoy hablaré mal y rápido de un solo tema: Chispitas para crecer. Pero como dice Petronio, el árbitro del buen gusto: la prisa no es elegancia.
Maleconazo: Mientras la dama duerme, la oportunidad de enfrentarte a tus demonios, a la historia reciente y no contada de Cuba, al amor en tiempos de comunismo. Aquí están narradas la masacre de Cojímar, la revuelta de Regla, el hundimiento del remolcador 13 de marzo, el Maleconazo, el derribo de los aviones de Hermanos al Rescate, y ese hito de la historia de Cuba que fue Concilio Cubano. Maleconazo: Mientras la dama duerme fue editado por Ilíada Ediciones y usted lo puede encontrar en Amazon.
Volviendo al tema central: alimentar a los niños es una necesidad, pero el nuevo Código de la Infancia introduce mecanismos mucho menos saludables. Es una herramienta para cerrar, amordazar, amarrar a la familia cubana.
Rápido, porque no hay tiempo, “mal y rápido” como diría mi amigo: el artículo 57 impone que la educación se base en los principios del socialismo. El artículo 91.2 exige denunciar cualquier conducta que afecte la moral o bienestar psíquico del menor —conceptos ambiguos que permiten vigilar y castigar el disenso. El artículo 117 obliga a niños y adolescentes a respetar autoridades y símbolos patrios. El artículo 219 los obliga a defender no solo a la patria, sino a la “patria socialista”, es decir, al Partido Comunista. Y el artículo 83 restringe el acceso cultural a un enfoque descolonizador, anticonsumista y alineado con la conciencia social.
Por un lado: Chispitas para crecer. Por otro: un régimen que sigue achicando al ciudadano.
Les recuerdo: esto es Aleaga Pesant Report desde La Habana, Cuba. Y si los informativos dan noticias, nosotros las ponemos en contexto. (Ed. CS)