Con frecuencia, no se conforman comisiones independientes para investigar las causas de estos accidentes ni se sanciona a los responsables.
La Habana (Sindical Press) – El pasado 12 de septiembre, el joven liniero Osmani Hernández Padroza, trabajador de la Empresa Eléctrica de La Habana, sufrió graves quemaduras en las manos mientras reparaba una avería en San Miguel del Padrón.
Este nuevo incidente pasa a engrosar la ya larga lista de accidentes laborales sufridos por obreros cubanos. A diferencia de otros casos donde se lamentó la pérdida de vidas humanas, Osmani sobrevivió a la tragedia.
Algunos casos recientes de linieros fallecidos son los de José García Huerta, un trabajador de 39 años residente en el reparto Nuevo Vista Alegre, en Santiago de Cuba, que el 14 de marzo perdió la vida mientras realizaba una reparación eléctrica. También el de Leonel Barrosos Machín, liniero de la Empresa Eléctrica de Pinar del Río, quien murió en un accidente laboral el 27 de marzo, mientras trabajaba en la recuperación de redes eléctricas tras una tormenta en La Habana.
El 6 de febrero, el liniero Daniel Vega de la Cruz, de 47 años, recibió la encomienda de reparar un cable de suministro a los motores de la turbina que bombea el agua potable hacia Matanzas, y falleció a causa de una trombosis venosa profunda, luego de sufrir un accidente laboral mientras cumplía la tarea.
En Villa Clara falleció el 7 de octubre de 2023 el liniero Edelin Ernesto Giro, obrero con más de 16 años en la empresa eléctrica provincial y participante en brigadas de apoyo ante desastres naturales. La falta de medios de protección adecuados fue señalada como causa de su deceso.
En el caso de Osmani Hernández Padroza, la UNE expresó en su cuenta de Facebook que estaba acompañando a la familia y aseguró estar pendiente de sus necesidades de salud. En cambio, la familia publicó en redes sociales que el apoyo recibido no ha sido suficiente y que han tenido que recurrir a la solidaridad ciudadana para cubrir los gastos de insumos médicos básicos.
La familia también ha pedido que se investiguen las causas del accidente y, si existen responsables, que se haga justicia.
Como ocurre con frecuencia en Cuba, no se conforman comisiones independientes para investigar las causas de los accidentes laborales ni se sanciona a los responsables, incluso cuando hay evidencia de negligencia o falta de medios de protección. En muchas ocasiones, la responsabilidad recae injustamente sobre el propio obrero afectado, lo que refuerza la impunidad institucional.
Según una encuesta reciente realizada por la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC) y ACTAE, el 52,5 % de los trabajadores encuestados reportó carencia de equipos de protección, y más del 95 % declaró no confiar en las instituciones estatales encargadas de velar por su seguridad. El estudio también reflejó que la mayoría nunca ha recibido formación en seguridad laboral, lo que agrava el riesgo de accidentes y refuerza la sensación de abandono institucional.