jueves , 22 mayo 2025
Trabajadores de Shundi Opto Electronics iniciaron una huelga el 28 de abril por salarios impagados; varios fueron arrestados durante las protestas. (Captura de pantalla / China Observer)

Oleada de protestas laborales en China: despidos, salarios impagos y tensión económica en 2025

La censura y configuración de IA como DeepSeek y Qwen 3 reducen la visibilidad de protestas laborales dentro y fuera.

(Agencias) – Durante los primeros meses de 2025, China vive una intensa ola de protestas laborales provocadas por despidos masivos, recortes salariales y el impago generalizado de salarios. Esta situación ha sido agravada por las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, especialmente tras la imposición de un arancel del 145% sobre productos chinos, lo cual ha llevado al cierre de numerosas fábricas en todo el país.

Las protestas se han extendido rápidamente desde las provincias industriales del sur hasta regiones del noreste chino. En marzo, en Dao, provincia de Hunan, trabajadores de la empresa Guangxin Sports Goods protagonizaron huelgas tras el cierre inesperado de la fábrica, sin compensaciones ni beneficios sociales. En abril, en Suining, provincia de Sichuan, empleados de Shangda Electronics salieron a las calles para denunciar el impago de sus salarios desde principios de año, además de la falta de aportes a la seguridad social desde 2023. En febrero, en la ciudad de Tongliao, Mongolia Interior, la situación alcanzó un punto crítico cuando obreros de la construcción amenazaron con lanzarse desde edificios en construcción si no recibían el pago de sus salarios atrasados.

Analistas económicos, incluyendo expertos de Goldman Sachs, estiman que alrededor de 16 millones de empleos en China corren peligro debido a las tensiones comerciales con EE.UU. Las exportaciones chinas han caído a mínimos históricos desde la pandemia, y la producción industrial sufrió la contracción más severa en más de un año, alimentando aún más el descontento laboral.

Entre los casos más notorios está el de BYD en las ciudades de Wuxi y Chengdu, donde en abril y mayo, miles de trabajadores protestaron contra recortes salariales y la degradación de condiciones laborales tras la adquisición de fábricas pertenecientes a la empresa estadounidense Jabil Inc. Los empleados acusan a la compañía de incumplir promesas laborales, reducir drásticamente sus ingresos y deteriorar las condiciones generales de trabajo. En varias jornadas consecutivas, los trabajadores organizaron manifestaciones masivas frente a las instalaciones de BYD, exigiendo respeto a los contratos laborales originales y mejores garantías laborales. Estos conflictos han generado una importante atención mediática nacional e internacional debido a la magnitud de las protestas y las fuertes medidas represivas tomadas por las autoridades locales.

En Jiaxing, provincia de Zhejiang, en abril, miles de empleados de Shengdi Optoelectronics protagonizaron protestas durante varios días consecutivos exigiendo pagos atrasados, enfrentándose a una fuerte respuesta policial que derivó en varias detenciones.

Según datos del China Labour Bulletin, en apenas cuatro meses de 2025 se han registrado cerca de 540 protestas laborales en todo el país, un aumento significativo respecto a años anteriores. El sector textil, especialmente vulnerable, ha visto cerrar muchas pequeñas fábricas sin previo aviso, dejando a trabajadores sin empleo ni indemnización alguna. La frustración, aunque no siempre visible en manifestaciones callejeras, se hace sentir con fuerza en las redes sociales, a pesar de la estricta censura gubernamental.

Precisamente, la censura ha dificultado que estas protestas obtengan cobertura nacional e internacional. Modelos de inteligencia artificial desarrollados en China, como DeepSeek y Qwen 3, han sido configurados para minimizar o excluir información sobre conflictos laborales, lo que limita aún más la visibilidad de estas protestas.

En definitiva, la creciente crisis laboral de China en 2025 pone en evidencia profundas tensiones económicas y sociales internas, complicadas por factores externos como las disputas comerciales internacionales. Este panorama desafía seriamente la estabilidad social y la capacidad del gobierno para gestionar el descontento generalizado.