ASIC lanza llamado urgente a la comunidad internacional ante los graves daños y la crisis estructural agravada por el huracán.
Matanzas, Cuba (ASIC) – La Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC) expresa su profunda preocupación por los efectos del huracán Melissa sobre el pueblo cubano, en particular en las provincias del oriente del país. Aunque el impacto en Cuba fue menor que en Jamaica, donde Melissa tocó tierra como Categoría 5 con vientos de hasta 185 mph y dejó una estela de destrucción sin precedentes, nuestra isla sufrió daños significativos que se agravan por la crisis estructural que ya padecemos.
La defensa civil reportó la evacuación de centenares de miles de personas; sin embargo, debe aclararse que muchas —y posiblemente la mayoría— se refugiaron por iniciativa propia en casas de familiares y vecinos. Este esfuerzo espontáneo del pueblo fue posteriormente contabilizado por la defensa civil como parte de su operación oficial.
El ciclón cruzó el oriente con fuerza de Categoría 3, debilitándose después. De haber golpeado con la misma intensidad que en Jamaica, las consecuencias habrían sido catastróficas para una población que vive hoy una de las peores coyunturas de su historia reciente.
En el país se reportaron afectaciones severas en viviendas, redes eléctricas, servicios públicos y vías, con comunidades aisladas por inundaciones y deslizamientos. Autoridades y organismos internacionales han informado de alrededor de 735.000 personas evacuadas y exposición de más de 3 millones a condiciones de huracán, confirmando la magnitud del riesgo humano aun cuando el ojo no mantuvo en Cuba la violencia registrada en Jamaica.
Estos daños agudizan en una crisis previa de gran calado: apagones nacionales reiterados por el colapso de un sistema eléctrico obsoleto, escasez de combustible, y déficits crónicos de alimentos y medicinas. En los últimos meses el país ha sufrido cortes de energía a escala nacional, algunos de más de 36 horas, que paralizan servicios esenciales y dejan a las familias sin capacidad de cocinar o conservar alimentos. Esta fragilidad energética multiplica los efectos de cualquier evento hidrometeorológico y obstaculiza la recuperación.
A ello se suma la inseguridad alimentaria —en un país que importa entre 70–80% de lo que consume y donde se han documentado retrasos y desabastecimientos en la canasta básica— y la debilidad del sistema de salud por carencias de insumos, daños en infraestructuras y limitaciones de acceso, especialmente en zonas rurales y orientales. Todo esto reduce la resiliencia comunitaria ante inundaciones, brotes epidémicos y desplazamientos forzados por el huracán.
Llamado urgente
En nombre de las y los trabajadores cubanos, ASIC solicita a gobiernos, agencias de la ONU, movimientos sindicales y organizaciones humanitarias:
- Asistencia humanitaria inmediata y sin condicionamientos, priorizando agua potable, alimentos, medicamentos, energía de emergencia (generadores, combustibles para instalaciones críticas) y rehabilitación rápida de escuelas y hospitales en el oriente cubano.
- Canales de ayuda seguros y transparentes, con acceso de observadores internacionales y participación de organizaciones independientes de la sociedad civil, iglesias y redes comunitarias, para llegar efectivamente a la población más vulnerable. Esto con el fín que la ayuda humanitaria no sea restringida para las personas que ellos identifican como NO afines del régimen.
- Apoyo técnico urgente al sistema eléctrico para restablecer y estabilizar el servicio (equipos, repuestos, brigadas especializadas y soluciones temporales), dada la probada fragilidad de la red.
Mensaje final
Reiteramos: en Cuba, Melissa no golpeó con la fuerza con que afecto a Jamaica; sin embargo, la combinación de desastre natural y crisis sistémica coloca a millones de cubanas y cubanos en una situación extremadamente delicada. Un huracán con mayor intensidad habría tenido consecuencias “verdaderamente desastrosas” para una sociedad que hoy enfrenta apagones, escasez y deterioro de servicios esenciales. Es tiempo de solidaridad efectiva, transparencia y respeto por los derechos para que la ayuda llegue a quienes más la necesitan.
Atentamente,
Iván Hernández Carrillo
Secretario General
Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC)