El Siglo | Con profundo sentimiento de dolor y pesar a las 11:22 pm recibí la llamada fatal con la información de la partida hacia el encuentro con el Señor de mi amigo, compañero y hermano Julio Roberto Gómez Esguerra, dirigente de mil batallas y quien había logrado salir triunfante de todas ellas libradas en este mundo terrenal.
Una hora antes había sido informado por otra líder histórica de la Confederación General del Trabajo CGT de Colombia, la compañera Myriam Luz Triana, que su estado no era bueno, con lo cual me mantuve pendiente debido a que el maldito Covid es traicionero y no respeta nada ni a nadie.
Después de casi 40 años de conocernos y sostener luchas históricas a nivel regional y mundial a la par de Julio Roberto, a quien cariñosamente llamábamos J.R., no es ni será fácil superar este golpe y mala pasada que nos juega la vida.
Julio Roberto fue un gran componedor, firme en sus convicciones e inclaudicable y obcecado en sus principios y valores, representó a los trabajadores colombianos en mil y una vez como vocero de los trabajadores de su país en la Conferencia Internacional del Trabajo O.I.T. donde coincidíamos año tras año, fue miembro titular del Consejo de Administración de dicho organismo desde nuestra antigua Confederación Mundial del Trabajo C.M.T. cargo que prosiguió representando a la Confederación Sindical de Las Américas.
Julio hoy ostentaba varios cargos, todos ellos obtenidos en elecciones democráticas; presidente de CGT-Colombia, y Alternativa Sindical de Trabajadores de las Américas (ADS) organización de la cual fue promotor; presidente del Instituto Latinoamericano de cooperación y Desarrollo (ILACDE) y vicepresidente de la Universidad de los Trabajadores de América Latina (UTAL).
Colombia, América Latina/Caribe y el mundo del trabajo, pierde uno de sus mejores hombres, elocuente orador, conciliador, de familia, comprometido con su clase y convencido de que la lucha en unidad es la respuesta correcta a los retos que nos enfrentamos los trabajadores para la mejor defensa de nuestros intereses que son los de las grandes mayorías de nuestros pueblos indoamericanos.
Ya Emilio Máspero habrá de estar preparando la próxima reunión celestial del Buró CLAT del cual fuiste parte hasta su disolución con otros miembros de ese organismo que se adelantaron con su inesperada partida.
J.R., puedes estar seguro que no araste en el mar, porque tus obras perdurarán para siempre en los corazones de tantos cuadros, dirigentes y militantes a quienes marcaste con tu impronta, quienes seguimos tus pasos no te defraudaremos, puedes estar seguro que todas ellas continuarán con la misma obsesión y amor que tú le imprimiste.
Hasta nuestro próximo encuentro querido y siempre recordado amigo y compañero, en ella rememoraremos nuestro recorrido en tantos sitios de los 4 continentes, nuestras divergencias y en algunos casos frustraciones, pero sobre todo nuestras coincidencias que fueron muchísimas, tú con la guitarra y yo con el tambor o la guacharaca.
Hasta la victoria siempre.
Ex secretario general de CGTP