sábado , 27 abril 2024

La policía escocesa debe reprimir a los humoristas “odiadores”

La formación policial vista por el periódico informaba a los agentes del material que puede ser considerado «amenazador y abusivo».

(M.Curzon / The European Conservative) – La portada del Herald del martes –el periódico nacional más antiguo de Escocia y del mundo– lanzaba una dura advertencia a los artistas de todo el país: que la policía ha recibido «la orden de atacar a los cómicos» en virtud de una nueva ley sobre «delitos de odio».

La formación policial vista por el periódico informaba a los agentes de que el material que puede considerarse «amenazador y abusivo» en virtud de la Ley de Delitos de Odio y Orden Público puede comunicarse «a través de la representación pública de una obra de teatro».

La escritora escocesa pro-Reino Unido Effie Deans declaró a The European Conservative que, a pesar de las afirmaciones de que la formación está en desacuerdo con la controvertida legislación, «el peligro es que los escritores se autocensuren» y «los cómicos [eviten] chistes que puedan ofender».

Cuando la legislación se estaba elaborando hace cuatro años, una impresionante colección de autores, cómicos y activistas –entre ellos Rowan Atkinson, famoso por su personaje de Mr. Bean, y la escritora de best-sellers policíacos y amiga de la ex líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP), Nicola Sturgeon, Val McDermid– advirtieron de que podría dar lugar a la «asfixia [de] la libertad de expresión».

Está claro que sus preocupaciones no tuvieron suficiente peso. Aunque la legislación ha sufrido una serie de cambios en flagrantes intentos de distraer a los activistas de la libertad de expresión, muchos temen que la Ley siga teniendo el poder de asestar un gran golpe a la libertad de expresión en Escocia cuando entre en vigor el 1 de abril. Tanto es así que un «escocés preocupado» la ha descrito en el blog The Daily Sceptic como la muerte de «La Ilustración Escocesa».

Deans declaró a The European Conservative que uno de los problemas de la ley de delitos de odio, que tipifica como delito «incitar al odio» contra determinadas características protegidas -incluidas la discapacidad, la orientación sexual y la identidad transexual- «es que la gente corriente no tiene ni idea real de qué tipo de cosas serán perseguidas». Muchos, por tanto, están abocados a incumplir la ley, entre otras cosas porque la Policía de Escocia ha insistido en que investigará todas las denuncias de «delitos de odio» que se presenten en virtud de la ley.

Comentando la amenaza específica que supone la nueva legislación para los cómicos, el escritor y humorista Andrew Doyle atacó al líder del SNP, Humza Yousaf –“el sumo sacerdote de este culto dominante, que sacrifica la libertad de sus ciudadanos para apaciguar a sus deidades interseccionales”– por haber «arrasado con sus códigos de blasfemia». Doyle añadió que «la mejor respuesta al nuevo proyecto de ley sobre delitos de odio del Partido Nacional Escocés es sin duda burlarse de él».