domingo , 7 diciembre 2025

Uno disfrazado de canciller

Aleaga Pesant Report analiza la intervención del canciller Bruno Rodríguez en la Asamblea Nacional, criticando duramente su planteamiento sobre la política exterior cubana. El video expone cómo la llamada “diplomacia revolucionaria” sirve para aliarse con regímenes autoritarios como Irán, Rusia o China, mientras se ignora la fiscalización del presupuesto de la cancillería, se toleran incoherencias ideológicas entre sus altos funcionarios y no se obtienen beneficios tangibles de los viajes oficiales. Se cuestiona además la manipulación hacia los cubanos en el exterior y se exige mayor eficiencia, coherencia y rendición de cuentas en la política exterior.

En la reciente sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular intervino el ministro de Relaciones Exteriores. El semanario Trabajadores abordó en un texto el trabajo de la política exterior y específicamente a través de las palabras de Bruno Rodríguez, el canciller de la indignidad.

Una política exterior en función del bienestar del pueblo, dice Bruno Rodríguez. Y basa en tres puntos su proyección estratégica como política exterior. La primera, el mantenimiento de la diplomacia revolucionaria. El segundo, la independencia y defensa de la revolución y el socialismo. Y la tercera, en nivel de importancia, los cubanos en el exterior.

Hola, esto es Aleaga Pesant Report desde La Habana, Cuba, un compendio de la política, la sociedad y la cultura cubana. Hoy abordaré mal y rápido, en colaboración con Cuba Sindical, un solo tema: problemas de la política exterior cubana. Pero como dice Petronio, el árbitro del buen gusto, la prisa no es elegancia.

Maleconazo: Mientras la dama duerme, la oportunidad de enfrentarte a tus demonios y revisar esa historia de Cuba que el gobierno no quiere que tú conozcas. Estamos hablando de los duros años 90: de la revuelta de Regla, la masacre de Cojímar, el hundimiento del remolcador “13 de Marzo”. Estamos hablando también del “maleconazo” como tal, que pronto cumplirá 31 años, pero también del derribo de los aviones de Hermanos al Rescate. Y en todo ello, una historia de amor que culmina con el Concilio Cubano, esa oportunidad que tuvo la sociedad civil cubana de unirse para trabajar por la libertad.

Maleconazo: Mientras la dama duerme, editado por Ilíada Ediciones, que usted lo puede comprar en Amazon, y de esa manera apoyará al periodismo libre y a la literatura libre cubana.

Pero volviendo al tema de marras, problemas de la política exterior cubana.

Primero, analicemos los problemas que tiene la proyección estratégica que plantea Bruno Rodríguez.

Diplomacia revolucionaria, ese cantar sin cantares, como diría Rodrigo Díaz de Vivar, nos lleva a la repetición de un discurso que nos ha aliado a las peores tiranías del mundo actualmente —y la cubana no es muy sana que digamos. Estoy hablando de Irán, Rusia, China. Estoy hablando de los populistas más sinvergüenzas y ladrones que rondan por el mundo.

El segundo punto, la independencia y defensa de la revolución y el socialismo. O independencia o defensa de la revolución y el socialismo. Porque, al ser una pequeña isla con muy poca población, Cuba ha tenido que depender para mantenerse con “soberanía” de otras soberanías. Estoy hablando de la rusa, de la china de la venezolana, que son los que realmente han partido el agua de la política exterior cubana.

Y no por último menos importante, los cubanos en el exterior. ¿Hasta dónde va a llegar el nivel de manipulación de los cubanos que han huido de la isla? Esos son los problemas que plantea el ministro de Relaciones Exteriores y que yo critico.

Ahora, lo que deben ser las prioridades de la política exterior.

Primero, fiscalizar el presupuesto de la cancillería. Ya no solamente el Ministerio de las Fuerzas Armadas, el Ministerio del Interior no le dicen al gobierno en qué se gasta el dinero, qué cantidad de dinero gastan y de dónde sacan su presupuesto, no. Es que la cancillería tampoco da. Cuba tiene más de 150 embajadas en el exterior. ¿Y cómo puede pagar eso un país tan pobre como Cuba?

Segundo, cuidar la pureza ideológica de la cancillería. Y esto puede ser antagónico, y lo es, por supuesto. No me interesa en lo más mínimo estar husmeando en la vida de los altos funcionarios de la cancillería. Pero resulta que los más altos funcionarios de la cancillería —ojo, estoy pensando en Cosido, estoy pensando en Johana Tablada, esos grandes alabarderos, speakers del régimen—, pues resulta que sus hijos, sus primos, sus tíos, todos viven en Estados Unidos. ¿Y es que ellos son agentes cubanos en Estados Unidos? ¿O es que al final se vuelven agentes de Estados Unidos para el gobierno cubano?

Ojo, Bruno, estás copado y no lo sabes. O lo sabes y lo permites, porque hay que saber dónde está tu familia.

El tercer punto, hacer más eficiente el trabajo de la cancillería. ¿Cuánto se gasta en la cancillería en Cuba? ¿Cuál es el resultado? ¿A dónde van las visitas que hace el gobernante y sus équitos —mujer incluida— cuando salen a Rusia, a China, a cualquier lugar del mundo, sin traer nada a cambio? Porque no logran nada. Porque no tienen un proyecto real. Porque tienen el país hundido.

La política exterior cubana está en crisis. Y si el canciller no lo quiere reconocer —como no reconoció la Feíto el hecho de que aquí había mendigos— eso es un asunto de ustedes.

Esto es Aleaga Pesant Report en colaboración con Cuba Sindical. Y si los informativos dan la noticia, nosotros la ponemos en contexto. (Ed. CS)