Aleaga Pesant Report aborda la investigación periodística en Estados Unidos sobre 18.000 millones de dólares vinculados a GAESA, presuntamente depositados en bancos extranjeros. El programa describe la salida de una patana generadora de 240 MW que agrava la crisis energética y envía un mensaje de apoyo a la Dama de Blanco Asunción Carrillo. Incluye un reporte desde Cruces sobre la fábrica de conservas Los Molinos, afectada por falta de insumos, transporte y bajos salarios, contrastando sus carencias con los miles de millones fuera del país. Se cuestiona la opacidad de GAESA, la posible corrupción y la pugna interna con otros funcionarios del gobierno por el control económico.
Un grupo de periodistas en Estados Unidos investigó el caso de 18.000 millones de dólares —una cifra equivalente a unas seis veces el producto interno bruto de Cuba— vinculados a GAESA, el Grupo de Administración Empresarial Sociedad Anónima controlado por los militares cubanos. Según la pesquisa, estos fondos estarían depositados en diversos bancos. Pero no lo abordaré en detalle por ahora.
Primero, quiero hablar de que salió la patana, esa patana que producía 240 MW y pone en crisis aún más profunda el sistema electroenergético nacional. Y la patana salió ayer por la boca de la bahía y los que estaban por el malecón vieron esa fábrica, esa usina —como se le decía antes a las fábricas que producían electricidad.
También, desearle salud a nuestra compatriota Asunción Carrillo, Dama de Blanco de las primeras, desde allá por 2003, que en estos días se encuentra enferma. Le deseamos salud desde esta pequeña tribuna.
Hola, esto es Aleaga Pesant Report desde La Habana, Cuba, un compendio de la política, la sociedad y la cultura cubana. Hoy abordaré mal y rápido un solo tema: 18.000 millones de dólares.
Pero, como dice Petronio, el árbitro del buen gusto, la prisa no es elegancia.
Les tengo Doctor Zhivago, este libro de Borís Pasternak que marcó una impronta y fue censurado brutalmente en la isla de Cuba. Este libro ha caído en mis manos gracias a Jorge Luis González, mi amigo el librero, y también Víctor Domínguez. Los invito a la lectura. Solo digo que Borís Pasternak también publicó la famosa novela Un día en la vida de Iván Denísovich, por la cual iba a recibir el Premio Nobel de Literatura, pero no pudo recibirlo porque los comunistas le dijeron que si iba a Oslo a recibir el premio, la iba a pasar muy mal. La película seguramente la han visto, pero el libro les aseguro que vale la pena.
Pero volviendo al tema de marras: 18.000 millones de dólares que han encontrado en diferentes cuentas que pertenecen a GAESA. No me voy a meter en eso todavía; esto es para un poquito más adelante.
Nuestro corresponsal en Cruces, caballero Lázaro Aguiar Mendoza, nos envía una nota sobre la fábrica de conservas Los Molinos, que es parte de un proyecto de desarrollo local. Eso es algo que se maneja a nivel de las alturas del gobierno: el desarrollo local de los municipios. Según se dice, esta fábrica de conservas sería artesanal; es una pequeña casa acondicionada como planta de conservas. La antigua fábrica de conservas y sus derivados de Cruces, hoy restaurada en su totalidad, deja un mal sabor de boca. La falta de materias primas, transporte y combustibles causa un daño irreparable a la entidad y a su pequeño grupo de obreros, lo que implica un bajo nivel de producción y poca calidad en los escasos productos que elaboran. Además, esta industria de Cruces no da un salario digno a los obreros.
Nuestro corresponsal en Cruces, Lázaro Aguiar Mendoza, nos envía una nota sobre la fábrica de conservas Los Molinos, parte de un proyecto de desarrollo local impulsado por el gobierno para los municipios. Según se informa, esta planta funciona de manera artesanal en una pequeña casa adaptada para la elaboración de conservas. Según la nota de Lázaro la antigua fábrica de conservas y sus derivados de Cruces, hoy restaurada por completo, deja sin embargo un mal sabor: la falta de materias primas, transporte y combustibles provoca un daño irreparable a la entidad y a su reducido grupo de obreros, lo que se traduce en una baja producción y en la escasa calidad de los pocos productos que fabrican. Además, esta industria no ofrece un salario digno a sus trabajadores.
Pero volviendo al tema de los 18.000 millones, ¿qué haría falta? Un poquito de esos cientos quizás —no miles, cientos de dólares— para echar adelante esta industria, pero hay 18.000 millones de dólares que están en el extranjero.
La noticia está en pleno desarrollo. Ahora mismo hay muchas preguntas: ¿cómo es posible que haya 18.000 millones de dólares de una empresa del Estado cubano y esos 18.000 millones no se destinen a la sociedad cubana, a su desarrollo, a su liberalización económica, a la posibilidad de inversión?
¿O es que realmente no pertenecen a GAESA? ¿O esas cuentas están a nombre de personas? Personas que son parte de los grupos de poder y que participan en este gran entramado de corrupción en el cual la Contraloría General de la República no mira ni a la izquierda ni a la derecha —recuerden a los tres monos sabios. ¿Qué sucede? ¿Quién tiene esas cuentas? Pertenece al grupo de poder de GAESA, pero con nombres y apellidos. Y ahí está la gran diferencia entre los funcionarios de GAESA —con toda la corrupción que hay ahí— y la nueva fuerza que está tratando de entrar en el mercado: funcionarios del gobierno, del Partido Comunista, de los gobiernos provinciales, el ministro de Economía, el primer viceministro Dileya, que están tratando de guapear, de entrar en el mercado, pero GAESA no los deja. ¿Qué pasa?
Les recuerdo: esto es Aleaga Pesant Report en colaboración con Cuba Sindical. Y si los informativos dan noticias, nosotros las ponemos en contexto. (Ed. CS)