José Elías Torres fue detenido tras un allanamiento de la PNB; desde entonces se desconoce su paradero, según organizaciones sindicales.
INFOBAE – El régimen de Nicolás Maduro detuvo este fin de semana a José Elías Torres, dirigente sindical conocido por su defensa de los derechos laborales al frente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), según informaron dos organizaciones no gubernamentales a través de redes sociales. El operativo de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) incluyó un allanamiento en el apartamento de Torres, quien ocupa el cargo de director general de la CTV desde 2016 y ha liderado demandas salariales dirigidas al gobierno en representación de millones de trabajadores sin aumento desde 2022. Entre las palabras clave que definen este caso destacan detención de un líder sindical, presos políticos, Venezuela y derechos humanos.
El Observatorio Venezolano de Libertad Sindical denunció que la PNB se llevó a Torres de su residencia y catalogó el hecho como un atentado sin justificación contra un dirigente sindical comprometido con la defensa de la clase obrera. A sus críticas se sumó la oenegé Provea, que declaró mediante su cuenta en X que la detención de Torres representa “un nuevo ataque a la libertad sindical en Venezuela”, bajo el argumento de que persiste una política sostenida de criminalización del movimiento laboral en el país.
La preocupación respecto a la situación de los presos políticos en Venezuela ha sido reiterada por organizaciones nacionales e internacionales, así como por familiares de los detenidos. Según datos provistos por el Foro Penal, actualmente existen al menos 884 personas privadas de libertad por motivos políticos, cifra que abarca a 85 individuos con doble nacionalidad o extranjeros, 767 hombres, 117 mujeres y cuatro adolescentes. Otras organizaciones, como Justicia, Encuentro y Perdón, elevan el cómputo total a más de 1.000 personas, señalando que entre los afectados hay opositores, profesionales, periodistas y miembros de la sociedad civil, además de reportar 177 mujeres, 42 extranjeros y al menos 145 casos de personas cuyo paradero no ha sido notificado oficialmente.
La misión de expertos de la ONU también ha advertido que la persecución a raíz de motivos políticos se ha intensificado en los últimos meses en Venezuela. Diversas oenegés y defensores de derechos fundamentales han alertado sobre el incremento en las detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas, circunstancia que agrava la situación de inseguridad jurídica y de desamparo para las familias.
Distintos informes detallan condiciones de detención consideradas alarmantes, incluyendo denuncias sobre torturas, aislamiento prolongado, restricción de alimentos y medicinas, suspensión de visitas y ausencia de atención médica incluso para personas con enfermedades graves, circunstancias que han motivado protestas de familiares, quienes exigen la intervención urgente de organismos internacionales.
El régimen de Nicolás Maduro y la fiscalía venezolana sostienen que no existen presos políticos en el país y argumentan que quienes están detenidos lo están por la comisión de delitos comunes. Esta posición es rechazada por ONG nacionales e internacionales, partidos opositores y entidades multilaterales, que atribuyen las detenciones a móviles políticos y las consideran un instrumento para suprimir la disidencia y el activismo social.
Diversas organizaciones de derechos humanos reclaman la liberación inmediata e incondicional de todas las personas detenidas por causas políticas, el fin de la persecución y la garantía de respeto a las libertades fundamentales, incluyendo la intervención de instancias internacionales para supervisar el debido proceso y la integridad de los afectados.