El impago de salarios en China representa el 76 % de las protestas laborales registradas por China Labour Bulletin desde 2011.
(CLB) – El 20 de mayo de 2025, se desató un incendio catastrófico en la fábrica de Sichuan Jinyu Textile Company en el condado de Pingshan, Sichuan. Supuestamente iniciado por un trabajador de 27 años llamado Wen, el fuego destruyó dos talleres y ardió durante más de 30 horas. Durante el incidente, Wen también apuñaló e hirió al gerente financiero de la fábrica, el señor Lei.
Las autoridades locales se apresuraron a enmarcar el suceso como el acto aislado de una persona mentalmente inestable. Un aviso de seguridad pública afirmó que Wen tenía “problemas psicológicos” y actuó por desesperación personal, en lugar de como resultado de alguna disputa laboral. La Oficina de Seguridad Pública del condado de Pingshan negó los informes en línea de que a Wen se le debían 800 yuanes en salarios impagados, tildándolos de “rumores” y amenazando con castigar a quienes divulgaran información falsa. Wen fue arrestado en el lugar, y las autoridades instaron al público a no especular mientras continuaba la investigación.
Atrasos en salarios y contradicciones legales
El impago de salarios es un problema generalizado en China, representando el 76 % de los incidentes en el mapa de huelgas de CLB desde 2011. Solo en 2024, más del 88 % de los incidentes registrados estuvieron relacionados con salarios impagados. La negación de la policía sobre los atrasos salariales contrasta drásticamente con las propias leyes laborales de China y los hechos conocidos del caso. Según el artículo 9 de las Regulaciones Provisionales sobre Pago de Salarios, cuando se termina un contrato laboral, “el empleador pagará al trabajador sus salarios en una sola suma al tiempo de la disolución o terminación”. En otras palabras, cualquier salario pendiente debe abonarse inmediatamente tras la salida del empleado.
Wen renunció el 30 de abril. Para cuando completó sus trámites de salida el 15 de mayo, la fábrica le debía 5.370 yuanes. Wen solicitó el pago inmediato, pero la oficina financiera se negó, alegando procedimientos de aprobación internos. Aunque el monto estaba confirmado, Wen se marchó con las manos vacías. Tras pedir nuevamente el pago a su supervisor sin éxito, Wen supuestamente se frustró cada vez más. Según el informe policial, ese retraso lo llevó a desarrollar “pensamientos de venganza”.
La negativa de la fábrica a pagar a Wen el día de su renuncia fue una clara violación de las normativas laborales. Calificarlo de rumor es engañoso. La disputa no era por 800 yuanes: involucraba 5.370 yuanes que debían haberse pagado por ley. Los procedimientos internos no anulan las obligaciones legales. Al no cumplir, la fábrica desencadenó una disputa salarial que las autoridades locales ahora parecen querer minimizar.
Problemas estructurales ignorados
La narrativa oficial se centra en gran medida en los antecedentes personales de Wen: pobreza, abandono escolar y personalidad reservada, retratándolo como emocionalmente inestable, mientras evita cualquier examen del papel de la fábrica. Esta narrativa corre el riesgo de reforzar estereotipos dañinos: que los trabajadores migrantes con experiencias de vida similares son proclives a la violencia. Sin embargo, como destaca el informe de CLB sobre trabajadores migrantes y sus hijos, estos trabajadores a menudo enfrentan discriminación sistémica, condiciones laborales duras, protección social limitada y apoyo inadecuado. Estos no son fracasos personales, sino problemas estructurales arraigados en el modelo de desarrollo económico de China.
Igualmente preocupante es la total ausencia de apoyo sindical. Desde la renuncia de Wen el 30 de abril hasta el incendio del 20 de mayo pasaron más de 20 días. Durante ese tiempo, tanto la empresa como los sindicatos locales tuvieron múltiples oportunidades para respaldar la reclamación salarial de Wen al dejar la compañía. Ningún sindicato —ni a nivel empresarial ni de la federación local— intervino. Como muestran las investigaciones de CLB, los sindicatos de empresa a menudo están controlados por la dirección y rara vez defienden a los trabajadores en disputas. Los sindicatos locales tienden a priorizar la formalidad sobre el compromiso significativo. El caso de Wen es un ejemplo claro de cómo este sistema falla a quienes pretende proteger.
La reacción pública refleja la frustración generalizada con estas fallas sistémicas. En línea, Wen es conocido como “Hermano 800”, en referencia a los supuestos 800 yuanes de salario impagado. A pesar de las negaciones oficiales, muchos internautas ven a Wen como una víctima desesperada y un héroe, no como un criminal. Un comentario viral preguntó: “¿Por qué un hombre quemaría una fábrica por 800 yuanes a menos que realmente estuviera al límite?” Otros denunciaron la doble vara de medir: a los trabajadores que protestan se les tilda de problemáticos, mientras que a los empleadores que retienen salarios se les imputa poca responsabilidad.
Lección de Pingshan: reforma o repetición
El incendio en Pingshan muestra las graves consecuencias de no proteger los derechos de los trabajadores. No fue simplemente un caso de inestabilidad individual: fue el resultado de la ruptura de los sistemas legales e institucionales destinados a apoyar a los trabajadores. La disputa salarial de Wen debería haberse resuelto rápidamente mediante procedimientos legales y apropiados. En cambio, se encontró con demoras e indiferencia.
Las repercusiones han sido severas. Wen ahora enfrenta un proceso judicial. La fábrica sufrió pérdidas considerables. Miles de trabajadores han perdido sus empleos. Y los sindicatos que deberían haber intervenido guardaron silencio. Nadie salió ganando.
Esta tragedia no puede ser descartada con vagas afirmaciones de angustia psicológica. Exige responsabilidad y reforma. China debe garantizar la aplicación efectiva de las leyes laborales, crear sindicatos verdaderamente independientes y establecer mecanismos justos y accesibles para resolver disputas. El incendio de Pingshan, si no se aprende debidamente de él, podría hacer que sus problemas subyacentes reaparezcan en todas partes. (Trd. CS)