martes , 21 mayo 2024
Ulises Guilarte De Nacimiento recogiendo papas, con miras a “incrementar la producción de alimentos”, luego de una convocatoria de la CTC al trabajo voluntario para celebrar el día del trabajador. (Trabajadores)

Primero de Mayo: ¿algo que celebrar?

La CTC movilizó a cientos de cubanos a una jornada nacional de trabajo voluntario para celebrar del día del trabajador.

Pittsburgh (Sindical Press) – A menos de un mes del Día de los Trabajadores, se hace notar el “entusiasmo” del proletariado nacional con los secretarios de los núcleos del partido y de los sindicatos, como gestores de la encomienda que llega desde las oficinas de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), con la orden de darle la mayor rimbombancia a la fecha por medio de sendas conmemoraciones, trabajos voluntarios, consignas y todo cuanto sea factible para reflejar el –cada vez menos creíble– poder de la clase obrera en el marco de una revolución socialista que en realidad sepultó los ideales de progreso y libertad.

En una de las últimas ediciones del diario Trabajadores, presentan, en primera plana, al miembro del buró político y secretario general de la CTC, Ulises Guilarte de Nacimiento, esta vez asumiendo el rol de campesino, en un surco y con un puñado de papas en las manos.

Lo acompañaron en el performance la integrante del Comité Central y secretaria del Partido en la provincia Mayabeque, Yuniasky Crespo Vaquero, el gobernador, Manuel Aguiar Lamas, dirigentes sindicales y un grupo de Trabajadores de la Empresa pecuaria Genética del Este, el lugar escogido para acopiar el popular tubérculo como parte de un amplio programa de trabajo voluntario, en todo el país, en homenaje al próximo Primero de Mayo.

En medio del total y definitivo derrumbe de los paradigmas que sostuvieron un modelo de gobierno que prometía, lo humano y lo divino, en su fase inaugural, hoy carece de sentido repetir la misma coartada de siempre, a modo de cubrir los estropicios provocados por los alardes mesiánicos del Fidel, la abulia de su hermano Raúl y los devaneos de Canel, un presidente, sin carisma ni legitimidad, atado a las decisiones del estrecho círculo de comandantes y generales.

Lo cierto es que, con buena suerte, solo llegará una modesta porción de papas a los puestos de venta, donde se venden a precios subsidiados y por la tarjeta de racionamiento. El resto tomará rumbos desconocidos, descontando las que se desviarán para venderse en el mercado negro al mejor postor, como parte de un proceso que se repite, según el esquema de supervivencia, provocado por una crisis sistémica irreversible y a expensas de continuar profundizándose debido la resistencia de la cúpula a ponerle fecha de caducidad al centralismo.

Entre las perlas que soltó el líder sindical del oficialismo y que lo condenan a la burla y el desprecio, valga mencionar los objetivos de las actividades que se llevan cabo a nivel nacional para ir creando un ambiente festivo y esperanzador en torno al día del trabajo.

Según dijo, las actividades estarán destinadas a incrementar la producción de alimentos para disminuir la importación y combatir los precios abusivos y especulativos que reducen el poder adquisitivo.

Es de tontos pensar que a la sombra de esos arranques voluntaristas se resolverá un problema causado por años de pésima gestión económica.

El hambre seguirá cuesta arriba, la igual que los niveles inflacionarios con la consecuente devaluación de la moneda nacional.

Ya el paquete de 30 huevos llegó a los 3500 pesos, la bolsa leche de 900 gramos a 2250 y la libra de carne de cerdo roza los 1000 pesos. ¿Cómo afrontar la escalada de precios con salarios, mínimo y medio, de 2100 y 4560 respectivamente?

Después del 1 de mayo, la situación estará peor. No hay que ser profeta para anunciarlo. El socialismo que nos impusieron como una camisa de fuerza lo grita a los cuatro vientos.