jueves , 4 diciembre 2025
"Buzos" habaneros, sumergidos en la basura para sobrevivir a la grave crisis que enfrenta el pueblo.

‘Renuncia’: el régimen barre a la ministra que desató la indignación por negar la indigencia en Cuba

Las declaraciones de la ministra obligó a las filas oficialistas a salir al paso, entre ellos el gobernante Miguel Díaz-Canel.

La Habana (DDC) – La ministra de Trabajo y Seguridad Social de Cuba, Marta Elena Feitó Cabrera, fue destituida oficialmente este martes tras protagonizar un escándalo que dejó en evidencia el abismo que separa al poder cubano de la realidad social del país. Su “renuncia”, presentada tras “reconocer errores” en su intervención del lunes ante el aparato legislativo, fue “aceptada” por el Buró Político del Partido Comunista y el Consejo de Estado, publicó la oficial ACN.

“Como resultado del análisis realizado por la dirección del Partido y del Gobierno con Marta Elena Feitó Cabrera, sobre su intervención en la reunión conjunta de dos Comisiones Permanentes de Trabajo de la Asamblea Nacional del Poder Popular, la compañera reconoció sus errores y presentó su renuncia al cargo”, dice la nota oficial leída en la “emisión estelar” del Noticiero Nacional de Televisión.

“Esta solicitud fue sometida a la consideración del Buró Político y del Consejo de Estado, donde se acordó su liberación, a partir de la falta de objetividad y sensibilidad con que abordó temas que centran hoy la gestión política y gubernamental, enfocada en atender fenómenos reales y nunca queridos para nuestra sociedad”, añadió el texto.

Durante su participación en una reunión conjunta de comisiones de la Asamblea Nacional, Feitó Cabrera negó la existencia de personas en situación de calle en Cuba y aseguró que quienes rebuscan en la basura o limpian parabrisas no lo hacen por necesidad, sino porque “buscan un modo de vida fácil”. “Muchos están disfrazados de mendigos”, dijo, al tiempo que los acusó de incurrir en actividades ilegales sin tributar al Estado.

Las declaraciones de la ministra provocaron una ola de indignación que obligó a las filas oficialistas a salir al paso, entre ellos el gobernante Miguel Díaz-Canel.

Funcionarios como Johana Tablada, subdirectora de la Dirección General de Estados Unidos del MINREX, tildaron las palabras de la ministra de “inaceptables, repudiadas e insensibles”. En un extenso mensaje publicado en redes sociales, Tablada respaldó la “rápida respuesta” de Díaz-Canel, pero aprovechó para atacar a quienes critican al Gobierno cubano desde el exilio y también de culpar a Washington de todos los males que padecen los cubanos. Hay “mucho más que hacer y mejorar aquí en Cuba”, se limitó a decir.

El escándalo, sin embargo, va más allá de las palabras de Feitó. Mientras negaba la pobreza en la Isla desde el Parlamento, se conocía que su hijo, Alejandro Fernández Feitó, reside en Miami, adonde emigró en 2024 por el programa de parole humanitario.

Actualmente, Fernández Feitó espera la residencia permanente bajo la Ley de Ajuste Cubano, según reveló el periodista Mario J. Pentón. El joven ingeniero trabajó previamente en empresas vinculadas al Ministerio del Interior y al conglomerado militar GAESA.

La contradicción no pasó inadvertida: la ministra negó la necesidad mientras su propio hijo busca refugio en el país que oficialmente representa al “enemigo histórico” del régimen. Para muchos, esta revelación es solo una muestra más del doble rasero de la élite cubana, que defiende desde la tribuna una supuesta dignidad nacional mientras sus familiares escapan de la crisis que ellos mismos han contribuido a perpetuar.

Testimonios como el del corresponsal de CNN en Cuba, Patrick Oppmann en Instagram, aportan otra capa de realidad al debate. “Saqué recientemente a una mujer con doble amputación de un contenedor de basura. No publiqué la foto, me perturbó demasiado”, escribió en sus redes. “Pero anoche me impactó aún más escuchar a una funcionaria decir que esa gente elige una ‘vida fácil'”.

El oficialismo ha querido presentar la destitución de Feitó como una muestra de sensibilidad y capacidad de rectificación del Gobierno. Pero lo cierto es que su salida no hace sino confirmar lo que muchos cubanos viven a diario: el poder en la Isla continúa negando una realidad social que ya no puede ocultarse con consignas ni con discursos.

“¿Para cuándo la renuncia de Díaz Canel, (Manuel) Marrero, (Esteban) Lazo, (Salvador) Valdés Mesa y todos los incompetentes que están en el Consejo de Estado?”, cuestionó un usuario en comentarios a una publicación del periodista Lázaro Manuel Alonso sobre la “renuncia” de la ministra.

“Lo cómico de esta situación es que se han dado festín con la ministra (que se lo merece) y la han usado para el lavado de cara que tanto necesitan, haciéndose pasar por protectores del pueblo. Los mismos que pusieron las tiendas en dólares, los mismos que te dicen que todo irá mejor cada fin de año para que cada vez sea peor, los mismos que te dicen que en el mes de julio se aliviarán los apagones y el mes de julio ha sido de terror, los mismos que no pierden oportunidad para pedirle comprensión al pueblo cubano y que cuando este intenta reclamar un poco sus derechos, lo reprimen”, añadió.

“Si por falta de empatía con el pueblo y comentarios desafortunados se tratara, ninguno de esos estaría todavía en el cargo. Ventajismo puro y duro con la ministra. No me alegro de las desgracias ajenas, pero ahí otro ejemplo de que cuando a ese sistema dejas de servirle o le sirves para un lavadito de cara, te envían a cumplir ‘otras tareas'”, concluyó.